El británico George Russell (Mercedes) sumó la segunda victoria de su carrera y el español Carlos Sainz (Ferrari) se subió al último escalón del podio del GP de Austria, al aprovecharse de un choque entre el británico Lando Norris (McLaren) y el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) por el liderato que obligó a retirarse al inglés y a que Verstappen acabara quinto.
Sainz acabó tercero, por detrás de Russell y el australiano Oscar Piastri (McLaren), en una carrera que se agitó en las últimas veinte vueltas y en la que el mexicano Checo Pérez (Red Bull) terminó séptimo, mientras el español Fernando Alonso (Aston Martin) finalizó decimoctavo, muy lejos de las primeras plazas.
Verstappen, líder del Mundial, había dominado las primeras cincuenta vueltas, pero una sucesión de errores terminaron haciendo que provocara una colisión defendiendo el primer puesto ante Norris, la gran alternativa del Mundial, a falta de siete vueltas de que terminara la carrera.
Intratable durante la primera mitad de la carrera, campó a sus anchas por el trazado austríaco del Red Bull Ring, pero a partir de la vuelta 50 se amontonaron los errores en el monoplaza del neerlandés, desde una mala parada, a una bloqueada de neumáticos que propició que Norris se le acercara.
Checo Pérez (Red Bull) aseguró que es ”muy decepcionante” haber acabado el GP de Austria en séptima posición, pero explicó que su coche sufrió daños en la primera vuelta y tuvo problemas toda la carrera.
“Tuvimos una salida sólida, pero sufrí algunos daños en la primera vuelta y desde ese momento el coche empezó a tener problemas y derrapaba, así que fue muy difícil luchar por la cabeza”, destacó Pérez en una nota de prensa emitida por la escudería austríaca.
Asimismo, explicó que por esos daños el coche se “desequilibró” y cometió un error a la entrada del ’pitlane’ que le supuso una sanción de cinco segundos que le perjudicó al final de carrera.
“Hay algunas cosas que tenemos que revisar y analizar detenidamente, porque el ritmo de carrera ha sido una incógnita hoy, ya que después de lo de ayer me pareció que habíamos mejorado mucho. En general nos ha faltado rendimiento y ha sido una carrera muy difícil en la que he tenido que luchar mucho”, apuntó Pérez.
El piloto de 34 años agregó que espera que en Silverstone puedan hacer “una carrera sólida y limpia”, y sobre todo “solucionar todos los problemas de este fin de semana para poder avanzar”.