Hugo Martínez Zapata
Con toda la intención de tener un explosivo triunfo en la que será su primer defensa de la corona mundial de la Federación Internacional (IBF, por sus siglas en inglés) en la división de peso mosca, Gabriela “Sweet Poison” Fundora, ya se encuentra en la ciudad de Phoenix, Arizona, donde el próximo sábado se medirá a la neoyorquina Christiana Cruz.
Acompañada por su equipo de trabajo, compuesto principalmente por su señor padre y entrenador Freddy, y su hermano Sebastián “The Towering Inferno” Fundora, ex campeón mundial superwelter WBC, Gabriela Fundora, está instalada en la capital de Arizona, donde expondrá el campeonato mundial IBF de las 112 libras, en el que será el respaldo de la cartelera que encabeza el otrora campeón mundial superwelter WBO, el tijuanense Jaime Munguía (42-0-0, 32 Ko’s), y el ex monarca mundial WBA de peso supermedio, el británico John Ryder (32-6-0, 18 Ko’s), por el campeonato Silver WBC de las 168 libras.
Esbozando una amplia sonrisa, prueba fehaciente de la gran confianza que le otorga la excelente preparación realizada en las montañas de California. Gabriela Diana Fundora, considerada la nueva sensación del boxeo de guantes rosas, se apresta para ofrecer un auténtico festival de auténticos fuegos artificiales, al encarar a una oponente de la calidad de la ex olímpica Christiana Cruz.
Gabriela Fundora defenderá por primera ocasión el campeonato mundial IBF de los 50.802 kilogramos, que obtuvo en octubre pasado 21 de octubre en el Kia Forum de Inglewood, California, donde noqueó de manera espectacular a la regiomontana Arely “Ametralladora” Muciño.
“Estoy lista para continuar construyendo mi legado como campeona del mundo… esta es la oportunidad para demostrar a todo el mundo quien es Gabriela Fundora”, advirtió.
A sus 21 años de edad, Gabriela Fundora navega en el boxeo profesional con una marca invicta de 12 combates, cinco de estas por la vía del nocaut, que busca ampliar en su presentación del próximo sábado, en una noche que confía ofrecer una memorable presentación, al volver a inyectar su dulce veneno.