Un botín de unos cinco millones de euros aguarda al Barcelona en Dallas, Texas (Estados Unidos), donde este jueves a las 20:00 hora local disputa su último partido del año contra el Club América de México, que afronta el amistoso con el título de Apertura del futbol mexicano bajo el brazo.
Tras sufrir para ganar al Almería (3-2), colista de LaLiga EA Sports, y poner fin a una racha de tres partidos sin conocer la victoria, los futbolistas azulgranas volaron ayer a Estados Unidos para jugar un amistoso necesario para la maltrecha economía de la entidad.
Pese a la exigencia física del calendario, la dureza de un viaje transoceánico y la proximidad del parón navideño, de los jugadores disponibles del primer equipo solo Ronald Araujo se quedará en Barcelona para hacer seguimiento del golpe en la mandíbula que le ha obligado a jugar con máscara en los últimos partidos.
La ausencia del defensa uruguayo se suma a la de los lesionados Marc-André ter Stegen, Pablo Páez Gavira ‘Gavi’, Pedro González ‘Pedri’, Marcos Alonso e Íñigo Martínez.
Tampoco viajará a Dallas el presidente de la entidad, Joan Laporta, que seguirá desde Barcelona el veredicto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) respecto a la creación de la Superliga de fútbol.
Las bajas por lesión de los jugadores de la primera plantilla han obligado a Xavi Hernández a convocar a los jugadores del filial Ángel Alarcón, Marc Casadó, Pau Cubarsí, Unai Hernández, Marc Guiu, Héctor Fort, Gerard Martín, Mikayil Faye, Mamadou Mbacke y Pau Prim.
El equipo catalán volverá a reencontrarse con la afición de Dallas pocos meses después de su última visita, el pasado mes de julio, con motivo de la Gira por el país norteamericano, en la que los azulgrana derrotaron 0-3 al Real Madrid en el AT&T Stadium.