Inspirada por su madre Marisa y su padre Enrique Aguilar, quien representó a México en unos Juegos Panamericanos, la velerista mexiquense Mariana Aguilar Chávez-Peón está ilusionada por acudir a los Juegos Panamericanos Santiago 2023, en donde confía en subir a lo más alto del podio en la Clase iQfoil, la cual Sustituye a RS:X como prueba de windsurf en los Juegos Olímpicos París 2024.
“Estoy muy emocionada y con ganas de dar lo mejor en los que serán mis primeros Juegos Panamericanos y desde luego con el pase olímpico”, dijo la competidora al Comité Olímpico Mexicano, al tiempo que aseguró que en la cita panamericana tiene el reto de subir al podio.
Para la monarca panamericana juvenil Cali-Valle 2021 acudir a Santiago es concretar una meta en su carrera deportiva, ya que es una de las metas propuestas desde que comenzó a brillar en este deporte desde los seis años de edad en la Clase Optimum cuando su madre la llevaba los fines de semana a las regatas de Valle de Bravo.
“La cancha de Santiago ya la conozco, el año pasado acudí al Prepanamericano, es un sitio que conozco, sé como son las olas y el viento; pero ahora preparando todo lo mejor posible para llegar fuerte a la competencia”, señaló.
Resaltó que México tiene un panorama alentador en la justa continental para hacer historia, “la verdad es que estoy bien, en el Mundial -Países Bajos- fui la primera de América Latina y, la verdad, con ganas de trabajar porque nada está aún escrito”.
Consideró que siete días de competencia serán eternos porque se debe tener una buena estrategia para ser constantes ya que una prueba “no se gana en un día. Hay que ser constante, dependemos mucho del viento y con muchas variables que no controlamos”.
En cuanto a las contrincantes en las aguas chilenas, la mexicana se verá las caras con la peruana y olímpica de Tokio 2020, María Belén Bazo, una de las competidoras fuertes que en el mundial dio batalla, además se ha ubicado entre la 10 mejores de orbe.
“Es una rival fuerte, además de una de Estados Unidos. El nivel de mi clase en América es bueno, México viene fuerte al ser dos en la clase luego de Cali-Valle, nos ayuda a seguir elevando nuestro nivel”, expresó.
En cuanto a la plaza olímpica, Mariana Aguilar está contenta por haber cumplido con un objetivo de varios años, “estoy orgullosa, es un trabajo de varios años, fue increíble ver todo ese esfuerzo para poder clasificar. Ahora es preparase lo mejor posible, porque no sólo es clasificar e ir a competir”. Su incursión por la vela fue gracias a la familia. Desde pequeña su madre Marisa, quien buscó el sueño olímpico en Barcelona 92, la llevaba a velear en las embarcaciones pequeñas.
A los nueve años de edad, se adentró más a lo competitivo hasta acudir a su primer mundial en el 2013 a los 14 años, “que fue cuando me di cuenta que esto era lo que me gustaba. Es un deporte que se hace al aire libre, en el mar, el viento; es un deporte en donde se siente la adrenalina”.
Su padre Enrique Aguilar Lozano fue seleccionado nacional en los Panamericanos de Mar del Plata 95, junto con su hermano Diego.