Francisco Martínez Hernández
Patricia Guerra, nadadora mexicana de aguas abiertas de 51 años, ha dejado una profunda huella en miles de mujeres y jóvenes, demostrando que nunca es tarde para alcanzar grandes logros y desafiar estereotipos.
Recientemente, Patricia hizo historia al romper el récord mundial y mexicano para mujeres en el cruce del Estrecho de Gibraltar, una travesía que conecta el Océano Atlántico con el Mar Mediterráneo. Su asombrosa hazaña se completó en un tiempo récord de 2 horas, 43 minutos y 4 segundos, inspirando a muchos y demostrando que las mujeres son capaces de alcanzar cualquier meta que se propongan.
Pero esta no es la primera vez que Patricia conquista aguas desafiantes. En 2004, se convirtió en la tercera mujer en cruzar el Canal de la Mancha, enfrentando aguas turbulentas y superando los límites de lo posible.
A pesar de sus numerosos éxitos en la natación, Patricia no se detiene allí. Su pasión por el deporte y su compromiso con la sociedad son inquebrantables a pesar de que está a un mes de terminar su carrera competitiva. A través de su Fundación Patricia Guerra A.C, establece lazos solidarios con sectores vulnerables y desprotegidos en México mediante múltiples actividades benéficas y sesiones de coaching.
Su labor filantrópica ha tenido un impacto significativo en la vida de miles de personas. En colaboración con el gobierno y el sector privado, ha beneficiado a más de 4 mil niños en el ámbito nutricional y a más de 200 mujeres en la prevención de cáncer cérvico-uterino y de mama.
Patricia Guerra, de 51 años, ha dejado una huella imborrable en el deporte mexicano al cruzar nadando el Estrecho de Gibraltar y romper dos récords en esta travesía bicontinental.
El pasado 8 de julio, Patricia y tres compatriotas, Mónica Ramírez, Cynthia Aguilar y Carlos Franco, se aventuraron a nadar simultáneamente desde Tarifa, Cádiz, España, hasta Tánger, Marruecos. La travesía, una de las más desafiantes en aguas abiertas, se convirtió en un hito histórico para el deporte nacional.
Después de seis años de espera en la lista de atletas para esta travesía, Patricia y su equipo emprendieron el desafío cumpliendo con todas las normas establecidas por la Asociación Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar (ACNEG).
Su arduo entrenamiento y determinación los llevaron a completar el recorrido en tan solo 2 horas, 43 minutos y 4 segundos, sorprendentemente menos tiempo del estimado originalmente, que era de 4 a 5 horas.
La hazaña de Patricia no solo estableció un récord mundial femenino por la duración de este nado bicontinental, superando la marca establecida en 2016 por Nathalie Pohl, de 21 años, sino que también se convirtió automáticamente en récord de menor tiempo de travesía logrado por atletas mexicanos, según confirmó la ACNEG en un comunicado.