Hugo Martínez Martínez
La campeona mundial Yuliahn “Cobrita” Luna, monarca gallo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), está lista física y mentalmemte para una guerra, el próximo viernes 17 de marzo cuando se vea las caras con la argentina Vanesa Lorena Taborda, en Fresnillo, Zacatecas.
La espectacular cartelera que presenta Promociones del Pueblo, empresa que dirige Oswaldo Küchle; en asociación con BXSTRS Promotions, será transmitida a toda América Latina en directo desde el Domo de la Feria de Fresnillo, en directo a toda América Latina a través de la señal internacional de ESPN Knockout.
Será la tercera defensa de la corona verde y oro que ostenta desde hace dos años la gomezpalatina, quien aseguró que espera una guerra sin cuartel; “Será una pelea difícil, como a mi me gustan con rivales que estén en su mejor momento y que vienen mentalizadas a llevarse mi cinturón, me gustan los verdaderos retos”, sentenció.
Luna Ávila con 4 nocauts en 24 victorias, ha sido dos veces campeona del mundo en diferentes categorías; y se alista para deleitar a la fanaticada fresnillense con su singular belleza y con su excepcional boxeo que privilegia el poder de nudillos como su principal arma.
En el combate semifinal de la papeleta un duelo de noqueadores promete dejar el cuadrilátero al rojo vivo cuando se midan el capitalino Bryan “Destructor” Mercado y el mochitense Brandon “Red Boy” Gámez, sin duda este será un duelo de explosivos de noqueadores.
Gámez Rocha, con 10 nocauts en 12 victorias, está muy seguro del poder de sus nudillos y afirma que no será una víctima de Mercado, “Él está acostumbrado a que le tengan miedo, y tendrá una noche de pesadilla cuando alguien como yo se atreva a atacarlo, tengo la pegada para meterlo en muchos aprietos y dejarlo de cara a las lámparas”, sentenció el “Red Boy”.
Con 28 años y un largo recorrido en el terreno amateur además de una productiva carrera en el terreno de paga con un efectividad noqueadora del 83%, misma que será puesta prueba por el ‘Destructor’, en un duelo de pronóstico reservado, pero que seguramente resultará de alarido.