Francisco Martínez Hernández

El tenista español Carlos Alcaraz apunta a los ATP 500 de Río de Janeiro (Brasil) y Acapulco (México) como posibles primeras citas del año toda vez que no disputará el Abierto de Australia por la lesión que padece y que sigue generando dudas.

El tenista murciano (número uno de la ATP) anunció el pasado viernes, a través de sus redes sociales, que se había lesionado y que, por lo tanto, no viajaría Melbourne (Australia) para afrontar el primer Grand Slam de la nueva temporada.

“Cuando estaba en mi mejor momento de la pretemporada, me he lesionado en un gesto fortuito y forzado entrenando, esta vez en el músculo semi membranoso de la pierna derecha. Había trabajado muchísimo para llegar a mi mejor nivel a Australia”, escribió en un primer mensaje en Twitter.

Pero horas más tarde amplió su parte médico en la misma red social: “Desgraciadamente no podré jugar ni el Care A2+ Kooyong ni el Abierto de Australia. Es un momento duro, pero tengo que ser optimista, recuperarme y mirar hacia delante. Nos vemos en 2024, Australian Open”.

La gran aparición del tenis rompió con todos los pronósticos y en 2022 se convirtió en el jugador más joven en alcanzarla cima del ranking desde la creación de la clasificación ATP en 1973, después de ganar en septiembre el Abierto de Estados Unidos a los 19. Unos meses después, cerró el año en lo más alto del escalafón, marcando otro récord.

Lamentablemente, las lesiones tras una exigente temporada comenzaron a meterlo en problemas. Un desgarro abdominal lo obligó a abandonar en cuartos de final del Masters 1000 de París-Bercy en noviembre pasado. Luego, debió poner punto final al 2022 abruptamente, sin poder estar ni en el Masters de Turín ni en la fase final de la Copa Davis.

Alcaraz desveló que tenía dañado el músculo semimembranoso de la pierna derecha y desde entonces no ha aportado un diagnóstico concreto con respecto a la lesión ni el tiempo previsto que permanecerá de baja, aunque desde su entorno apuntan que está “evolucionando bien” en el proceso de recuperación que lleva a cabo con su fisioterapeuta personal, Juanjo Moreno.

Los esfuerzos del pupilo de Juan Carlos Ferrero van encaminados a recuperarse al 100% lo antes posible y, aunque por ahora no hay nada confirmado, su objetivo es volver a competir en el lugar en el que conquistó su primer entorchado el pasado año.

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