Doha.- A dos escalones de la gloria quedó Francia tras derribar a una voluntariosa Inglaterra, en un duelo tan intenso como igualado que se resolvió con dos fogonazos de Aurelien Tchoaméni y Olivier Giroud, servidos por Antoine Griezmann, y unas cuantas paradas de Hugo Lloris que doblegaron la resistencia dirigida por Harry Kane, que marcó un gol y falló un penalti.

Francia se medirá en semifinales a Marruecos para buscar su segunda final consecutiva tras otra demostración de realismo de la campeona, que sin hacer un gran partido demostró una voluntad férrea por aferrarse a conseguir lo que nadie logra desde los años 30: repetir título mundial.

En ausencia de Kylian Mbappé, desdibujado, mostró otros argumentos, sin mucho fútbol pero con eficacia, aunque dejó algunas lagunas, ya que la defensa no mostró una gran solidez, lo que durante muchos minutos dio a los ingleses esperanzas de victoria.

Fueron los de Gareth Southgate siempre a remolque, desde el gol inicial de Tchoaméni, pero siempre estuvieron enganchados al partido. Maniataron a Mbappé, tuvieron ocasiones, pero les faltó puntería y les sobró Lloris.

Como dos gallos que se miran a los ojos, se rondan, estiran sus plumas para parecer más apuestos y peligrosos, saltaron Inglaterra y Francia a buscar su premio, las semifinales de un Mundial en el cruce en el que menos sorpresas podía haber, porque cualquiera de los dos tiene pedigrí para serlo.

Entre la campeona del mundo y la subcampeona de Europa el respeto se da por descontado. Incluso un poco de miedo en el tramo inicial tampoco sorprende.

Los “bleus” lanzaron las primeras escaramuzas, con Mbappé y Dembelé como estiletes por las bandas y Giorud como detonador en el área. El máximo goleador histórico de Francia estuvo a punto de agrandar su récord de un cabezazo en una buena combinación entre los tres artilleros galos.

Pero fue cinco más tarde cuando Tchouaméni dio en el blanco en un disparo desde la frontal que pilló desprevenido a Pickford y adelantó a los franceses. Era el primer gol en un Mundial del madridista, convertido en patrón del centro del campo francés poco más de un año después de haberse enfundado por vez primera la “bleu”.

El pase lo dio Griezmann que se convirtió así en el mejor asistente de la historia de Francia.

El respeto inicial se fue desvaneciendo, Inglaterra se marchó al frente y Francia, cómoda con el marcador, se dejó hacer, lo que obligó a aparecer a Lloris, en la noche que estrenaba su récord de partidos internacionales, que fue desgranando una serie de paradas, fáciles unas, espectaculares otras.

Señalado como el eslabón más débil de Francia, el del Tottenham respondió con contundencia con cinco grandes intervenciones.

La resistencia cayó en el 52, cuando Tchouaméni derribó a Saka en el área. El penalti colocó, frente a frente, a los dos capitanes, compañeros en el Tottenham, amigos fuera del campo. El inglés transformó la pena máxima para empatar la contienda y convertirse en el mejor artillero de la historia de Inglaterra junto a Wayne Rooney.

El empate aguijoneó a Francia, que se lanzó al ataque, primero con una ocasión de Rabiot y después una incursión de Mbappé. Pero fue fuego fatuo, porque se diluyó la campeona y quedó a merced de una Inglaterra que a lomos de Saka y con un gran Kane buscó la remontada.

La tuvo Maguire en el 70 de un buen cabezazo que lamió el poste, y Theo salvó el gol en una ocasión de Saka dos más tarde.

Pero en medio del dominio inglés emergió Giroud que se encontró con Pickford en el 77 pero no pudo detener al siguiente el cabezazo del delantero francés tras un gran pase, otra vez, de Griezmann.

La vorágine se adueñó del partido y en medio de la tensión del duelo en el 80 Theo Hernández derribó en el área al recién ingresado Mason Mount, un penalti que no vio el árbitro pero sí el VAR.

De nuevo Kane, con el punto de mira en la historia, un ojo puesto en su amigo Lloris y el otro en el récord de goles con Inglaterra, fue el encargado de lanzarlo. Pero el atacante, el gran capitán de los ingleses, esta vez lo envió por encima del larguero de su camarada, que celebró el fallo.

Ya no tuvo arrestos para más Inglaterra, que sin apenas fe buscó el empate, pero no lo consiguió. No jugará por segundo año consecutivo las semifinales, en las que Francia, sigue buscando la gloria.

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