Doha.- Un golazo de Mathew Leckie en el minuto 15 de la segunda mitad clasificó, por segunda vez en su historia, a la selección de Australia para disputar los octavos de final de un Mundial después de que derrotase, en el tercer y último partido del grupo D del de Qatar 2022, a Dinamarca; que no seguirá en el torneo.

Leckie, de 31 años y que juega en el Melbourne City, dio el triunfo a los ‘socceroos’, en el estadio Al Janoub de Al Wakra igualaron, en su sexta participación, la mejor de sus comparecencias en un Mundial; la que consiguieron en Alemania 2006, en lo que fue una de las sorpresas de este Mundial.

En esa ocasión también pasaron segundos de grupo -primera fue Brasil- antes de caer por la mínima ante Italia, que, a la postre, acabaría ganando el torneo.

Esta vez lo hizo asimismo con un resultado de cada color, y pasó segunda en el grupo que lideró Francia, derrotada en el tercer partido por Túnez. Y ahora espera rival, que será el primero del grupo C, Argentina.

Australia, que entró en el Mundial de Qatar 2022 tras derrotar en la repesca a Perú; goleada (1-4) por Francia en su primer partido, venía de lograr, ante Túnez, su primera victoria en un Mundial desde el de Alemania 2006. Por lo que un triunfo le garantizaba pasar a la siguiente ronda. Y le podría, incluso, valer un empate, inservible para Dinamarca, una de las primeras selecciones en clasificarse para la fase final. Que, asimismo en su sexto Mundial, completaron la peor participación de su historia en esa instancia.

No le sirvió la victoria

Una Francia plagada de suplentes firmó en el último duelo de la fase de grupos del Mundial de Qatar una triste actuación ante Túnez, que acabó logrando la primera victoria de su historia contra la antigua metrópoli, pero no fue suficiente para avanzar a octavos de final por primera vez.

Aunque en el 98 Antoine Griezmann logró un gol que durante varios minutos subió al marcador, el árbitro retrasó el final del partido para verificarlo en el VAR y acabar anulándolo, lo que condenaba a Francia a firmar su primera derrota en un Mundial desde Brasil 2014.

La selección norteafricana se contentó del triunfo, más celebrado en las gradas que en el césped, porque la victoria de Australia contra Dinamarca en el otro duelo del grupo les priva del sueño que albergaban, pendiente de un milagro que solo se produjo a medias.

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