Barcelona.- Cierto que era un partido amistoso, es verdad que no se sintió exigido, pero el Barcelona ofreció en el Gamper y ante el Pumas UNAM (6-0), en la presentación ante su afición, un vistoso ejercicio, en el que pareció recuperar la memoria de aquel fútbol que no hace tanto encandilaba.
Previo al partido Dani Alves recibió una ovación de los aficionados, al momento de que se puso a calentar con Pumas; además, el presidente Joan Laporta le entregó una placa y sus antiguos compañeros le regalaron una camiseta enmarcada en la que apareció el número de partidos jugados con el Barça entre sus dos etapas en el Camp Nou: 431.
No habían pasado ni 10 minutos del juego cuando la jerarquía, el talento, el futbol y la personalidad del Barcelona se impuso a unos Pumas asustados, “apantallados” y atemorizados por enfrentarse ante uno de los mejores equipos del mundo.
Y el primero fue Lewandowski, quien a los tres minutos de juego se estrenó como goleador culé y con una pincelada de magia hizo el primer del juego; Pumas aún no se sobreponía a la impresión cuando al minuto y con la defensa auriazul completamente entregada,
Pedri hizo el segundo. Y cuando el reloj marcaba nueve minutos, la situación se puso peor para Universidad, Dembélé marcó el tercer gol para los locales.
Pumas ya perdía por tres goles, pero la calidad culé se seguía imponiendo. Y con un Lewandowski goleador y con asistencias, Pedri recibió del polaco y con la zaga felina en su peor noche, el español hizo el cuarto tanto.
El panorama de Pumas era terrible y pintaba para ponerse peor, y sí, pues al arranque de la segunda mitad Aubameyang anotó el quinto gol del Barcelona. Mientras Universidad se mantenía impávida, con un solo tiro gracias a Del Prete, pero de ahí no pasó. Aunque en el segundo tiempo Lillini ajustó y parecía que las facilidades para los blaugranas ya no eran tantas, pero de nada sirvió y gracias a De Jong llegó la media docena de goles culés.